Las deudas obligan a los clubes a desaparecer
- Ionut Tutuman
- 21 mar 2016
- 3 Min. de lectura
Para que un equipo de fútbol funcione necesita una estructua financiera sólida. Un club, al fin y al cabo, es una empresa como cualquier otra, y una de las razones principales que la abocan a la quiebra es la falta de capital.
A lo largo de la historia, muchos han sido los clubes que inevitablemente han desaparecido al ser incapacer de afrontar una deuda elevada. Algunos se han esfumado para siempre; otros, han intentado renacer sin mucha fortuna. Pero otros, como el Málaga Club de Fútbol, han vuelto con fuerza.

El Málaga alcanza los cuartos de Champions en 2012
CLUB DEPORTIVO LINARES
Se trata de un club que fue fundado en el año 1990. En los últimos años antes de su desaparición, los jugadores del equipo andaluz disputaron varias eliminatorias de ascenso a la Liga Adelante, llegando incluso a la última ronda, donde cayeron derrotados por Las Palmas.
Si bien atravesaban por una situación deportiva aceptable, en el año 2008, lamentablemente, llegaron las complicaciones económicas, que terminaron teniendo repercusiones también en el aspecto deportivo. Después de declararse en concurso de acreedores, el equipo terminó la clasificación en decimocuarto lugar.
El alcalde de Linares declaró en su momento que “sólo se disponen de 11.000 euros y con esa cantidad no se resuelve la difícil situación por la que pasa el club con una elevada deuda”. La deuda de 1,5 millones de euros que acumulaba el club, sumado a la marcha definitiva del empresario Delfín Cañas, accionista principal del Linares, provocaron la irremediable desaparición -20 de julio de 2009- de la entidad jienense.
UNIÓN DEPORTIVA SALAMANCA
“Hoy es el día más triste de mis 90 años de historia. Estoy en cada una de vuestras lágimas. Viviré siempre en vuestros corazones. #HalaUnión”. Este fue el mensaje en la cuenta de Twitter de la Unión Deportiva Salamanca, dando por hecha la inminente desaparición del club tras 90 años de historia. El club castellano militó 12 temporadas en la Primera División y consiguió alzarse con el trofeo de la Segunda División B en cuatro ocasiones.
A mediados de 2013, la junta directiva informó que el club acumulaba una deuda de 23 millones de euros y los jugadores presentaban retrasos de seis meses en el salario. Se encontraba en concurso de acreedores y la única manera de salvar a la entidad era lograr un nuevo acuerdo con los acreedores y así salvar la deuda. El 18 de junio de 2013 se debía llegar a un acuerdo con el Banco Popular, su principal acreedor, pero no asistió. De este modo, el club salmantino se disolucionó a dictamen del juzgado de lo mercantil de Salamanca.
En la mañana del 20 de junio de 2013 tuvo lugar la subasta de los bienes del club, la cual se llevó a cabo en diversos lotes. En los primeros tres lote no hubo nadie que pujara por ellos y las pujas quedaron desiertas; lo mismo ocurrió en el último lote, la subasta individualizada, que consistía en ofertar los bienes del club de manera singular. A partir de aquí, se procedió a la liquidación de los bienes y Juan José Hidalgo acabó comprando los derechos federativos de la entidad blanquinegra por 250.000€ y fundó el Athletic Club Salamanca.
En el año 2015, a pesar de que la Audiencia Nacional había aceptado en un principio la inscripción del nuevo club de Hidalgo en la Federación Española de Fútbol, la Comisión de Segunda B tomó la decisión de no incluir al equipo en ninguno de los cuatro grupos.
CLUB DEPORTIVO MÁLAGA
El Club Deportivo Málaga se fundó en el año 1902 y terminó desapareciendo en el año 1992. Sus mejores momentos se datan en la década de los setenta, consiguiendo varios ascensos a la Primera División. Gracias al entrenador húngaro Jeno Kálmár, el club andaluz se mantuvo durante cinco temporadas consecutivas en la máxima categoría.
En el año 1992 se juntaron varios problemas:
· La incapacidad de convertirse en Sociedad Anónima Deportiva.
· Una deuda económica notable.
· La falta de un presidente al mando con disposición a intentar enmendar la crisis financiera.
El club era incapaz de hacer frente a las más de 2.400 millones de pesetas (cifra superior a 14,5 millones de euros). Además, para pasar a ser una Sociedad Anónima Deportiva, era necesario un capital social de 970 millones de pesetas (casi 6 millones de euros). El pésimo escenario financiero en el que se encontraban conllevó la dimisión de la directiva. El 27 de julio de 1992 se procede a la liquidación del club y, por consiguiente, el Club Deportivo Malaga desaparece.
No obstante, al igual que sucedió con la Unión Deportiva Salamanca, la entidad termina resurgiendo de sus cenizas, si bien los éxitos del Málaga Club de Fútbol actual (alcanzaron los cuartos de la Liga de Campeones en la campaña 2012/2013) no son nada comparables, puesto que el Salamanca no fue siquiera inscrito en los grupos de la Segunda División B.
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