Campañas de candidaturas a la presidencia del FC Barcelona: ¿Deben estar lideradas por periodistas?
- Brian Calvo
- 2 may 2016
- 3 Min. de lectura
Las últimas elecciones a la presidencia del Fútbol Club Barcelona proyectaron a la entidad catalana en su versión más democrática. 4 candidatos reunieron las firmas suficientes de los socios para optar a ser el presidente tras la convocatoria de las elecciones en enero de 2015 de Josep Maria Bartomeu, quien hasta entonces ocupaba el cargo después de la dimisión de Sandro Rosell por el escándalo del fichaje de Neymar. Así pues, el pasado verano dio como vencedor a Bartomeu con holgura: un total de 25.823 votos, lo que significa el 54,63% del censo electoral. La segunda posición fue para el expresidente Joan Laporta con 15.615 votos, el 33,03%. Agustí Benedito obtuvo el tercer puesto con 3.386, el 7,16%, mientras Toni Freixa, fue el menos votado con 1.750 votos, el 3,70% del censo electoral del FC Barcelona.

Josep Maria Bartomeu fue el ganador de las elecciones de julio de 2015. Foto: libertaddigital.com
Los jefes de campaña de las diferentes candidaturas tenían perfiles distintos: desde directores de comunicación (Xavi Martín en la de Toni Freixa, por ejemplo) hasta personas cercanas al candidato y al club. En este sentido, surgen las siguientes preguntas: ¿El jefe de campaña de una candidatura a la presidencia del Barça debe ser un periodista? ¿De quién se rodea un candidato para llevar a cabo su campaña?
Para responder a estas cuestiones, ECOSPORT ha hablado con Pau Canaleta Heras. Pau es experto en campañas electorales, ha participado y participa como estratega en muchas de estas y es colaborador de los programas No ho sé y Via Lliure de RAC1, el MES324 del Canal 3/24 y El Balcó de SER Catalunya, entre otros. Además, es el director del Centro Catalán de Análisis e Información Internacional y realiza colaboraciones esporádicas en La Vanguardia.

Pau Canaleta es experto en campañas electorales. Foto: paucanaleta.com
Para Pau, el jefe de campaña de una candidatura de este tipo no debe ser un periodista: “existen muchos actores, pero no debe estar la figura del periodista entre ellos. El candidato debe contar con un director de campaña, un estratega, un director de comunicación, un responsable de la logística y otro de la movilización”.
Pregunta: ¿Qué funciones asumen cada uno de estos actores?
Respuesta: el director de campaña es el encargado de dirigirla. Debe ser alguien que conozca al candidato y al club. Y si es posible, alguien que ya haya ejercido dentro de la institución en anteriores directivas. El estratega y el director de comunicación trabajan en sintonía: el primero ha de realizar estudios sobre cuales grupos de edades y de interés se deben atraer para captar el mayor número de votos; el segundo se encarga de organizar toda la estrategia comunicativa. Entre los dos definen qué temas y mensajes son los fundamentales para representar y transmitir. Por último, el responsable de logística y el de movilización son los que se preocupan de programar los actos electorales, de la recogida de firmas y de las diferentes zonas de votos.
P: ¿Cómo deben organizarse los diferentes actores?
R: El actor que más personal necesita es el director de comunicación. Para cumplir con todas sus funciones, debe integrarse de distintos perfiles: un publicista, expertos en redes sociales (tecnología 2.0) y un jefe de comunicación. Entre ellos se establecen líneas horizontales en la medida de los posible para optimizar la imagen del candidato por el cual trabajan.
P: ¿Cómo definirías una buena estrategia de comunicación para unas elecciones a la presidencia del Barça?
R: Las candidaturas han de identificar cuáles son los temas principales de las elecciones en cuestión y conseguir que el candidato represente con éxito estos temas. Todas las elecciones son distintas entre sí, por lo que los temas cambian. Cuando el tema principal era el propio cambio en el sentido general y de rumbo del club demandado por el socio respecto las eras de Nuñez y Gaspart, el mejor era Laporta y por ello ganó. Sin embargo, cuando la gran preocupación era la continuidad de la filosofía de juego y la consecución de títulos, el candidato idóneo era Rosell. Y, efectivamente, ganó las penúltimas elecciones. Parecía que era quien más ganas tenía de ser presidente.
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